IQT , noticias Jueves, 7 julio 2016

Estamos contigo, shipibo (una campaña solidaria en Cantagallo)

Paco Bardales

Amazonía,cine, literatura,periodismo, OVNIS. Miembro del gran combo charapa pop. Búscame en Twitter: @pacobardales y @DiarioIQT

Escribe: Aleksandar Rafajlovsky

Son pocas las visitas que recibe. Definitivamente no es uno de los lugares turísticos más representativos del Rímac, pero aun así, el humilde colegio que educa a más de 230 niños de ascendencia shipiba mantiene sus puertas abiertas a todos. Ya sea para que conozcan más de ellos o para que alguna institución pueda realizar donaciones, cualquiera que sea la noble razón, incluso si quieres tomar fotos para un proyecto escolar, el colegio Intercultural Bilingüe Comunidad Shipiba te recibirá con alegría.

Voluntariado1

La comunidad Cantagallo es grande, más de lo que crees. Tienes una gran vista si te atreves a subir por los escabrosos caminos que hay entre las casas. Pero mi vista favorita es la del colegio. Sobresale. En especial a la hora del recreo, cuando niños y niñas, algunos con uniformes, otros en sandalias y polos ligeramente empolvados, pero sonrientes todos, sueltan carcajadas y corren uno detrás de otro.

Pocos saben de su existencia. ¿Shipibos en Lima? Sí. Con sus tradiciones, en algunos casos más asentadas que otros. Hay muchos letreros que te dan la bienvenida en su idioma (Bekanwe, por si te preguntas cómo se dice bienvenido en shipibo). Un pequeño restaurante en la entrada ya te traslada con sus penetrantes aromas de tacacho y cecina, a lo más recóndito de nuestra selva peruana, pero ojo, sigue en Lima la gris.

Este colegio funciona desde el 2008. Solo inicial y primaria, lamentablemente no tienen el espacio ni todo lo que implica añadir un nivel secundario. El local donde actualmente dictan clases ha sido donado y construido por la empresa LAM SAC. Antes de esto, el colegio funcionaba en un precario espacio improvisado, allá por la parte alta de la comunidad. Había que ensuciarse un poco más los zapatos para llegar allí.

Colegio1

Entonces, ¿este colegio es especial solo por dictar clases a los niños en shipibo y castellano? Suena poco dicho de ese modo. Mantener parte de nuestra identidad nacional hoy en día es difícil. El esfuerzo que hacen los profesores que llegaron de Pucallpa por enseñar en esta bella y complicada lengua nativa debería ser más valorado. Pero muchas cosas deberían ‘ser más’. Como las oportunidades para estos niños que llegan desde temprano a un colegio que carece constantemente de agua potable o luz eléctrica.

Los padres deben costear una larga lista de útiles, y pese a que no son obligados a hacerlo, al igual que no los obligan a conseguir el uniforme, hacen un gran esfuerzo por darles lo mejor a sus hijos.

A veces, los libros no alcanzan en las aulas. El calor vuelve insufribles las clases. El desagüe se rebalsa ocasionalmente y la lista de pesares continúa.

¿El Ministerio de Educación toma cartas en el asunto? Bueno, la espera se vuelve larga. Esto es bien sabido, por eso algunas personas filántropas han dado inicio a actividades y proyectos para aportar con su grano de arena.

Algo que nos llamó la atención a mí y mis compañeros del voluntariado Contigo Shipibo, una campaña formada por 26 jóvenes, fue que cuando decidimos emprender esta labor social, notamos que los niños no se quejaban de la condición en que estudian. Doy fe que sus sonrisas difícilmente se opacan. ¿Te has quejado alguna vez por algo tan insignificante? Sí. Al igual que yo. Pero la realidad es que mientras menos tienes, quejarte es lo de menos.

Básicamente nos planteamos 4 objetivos claros. Conseguir útiles escolares, botiquines con medicamentos especializados, entre ellos para alergias e insolación, ventiladores, y construir un toldo generador de sombra y que proteja a los niños de la lluvia y de los rayos UV.

Los días que hacíamos limpieza en los baños y el patio del colegio, incluso el jardín y el desagüe, resultaban agotadores, pero sabíamos que estábamos dando el ejemplo. <<Los señores de polo verde están limpiando>> escuché por ahí alguna vez. Poco a poco nos volvíamos una visita frecuente, poco a poco nos volvíamos sus amigos.

Una vez que los conoces, te nacen discursos más emotivos cuando recorres las galerías del mercado central solicitando útiles o medicamentos para sus botiquines. Y sí, mucha gente hizo donaciones. Conseguimos armar 12 cajas de útiles comunitarios y 12 botiquines (hay 12 salones en el colegio). Pero muy aparte de eso, conseguimos que más personas sepan sobre este pedacito de selva en nuestra capital. Por redes sociales, volantes, actividades, y muchos otros métodos que nos ingeniábamos. De algún loco modo queríamos hacer más conocido el colegio de Cantagallo.

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Llegamos a hacer tendencia #Cantagallo en algún momento, admito que también tuvimos la suerte de que la Sra. Keiko Fujimori haga una visita a la comunidad durante su campaña electoral y eso puso en boca de muchos el nombre Cantagallo. Como es costumbre, todo quedó en una falsa esperanza de ayuda política. Volviendo al tema, ¡hicimos tendencia #Cantagallo!

Videos de artistas y periodistas pidiendo que más gente se sume a la campaña fue una buena estrategia de difusión. Uno que otro integrante de nuestro voluntariado odiaba a los chicos reality. Pero ¡vaya que Mario Irribarren, por ejemplo, nos ayudó a tener más allegada a la gente! Y es que es así, las labores sociales sacan los más humano y condescendiente de las personas. Esa fue una gran satisfacción, hay personas que realmente se ponen la camiseta (hecha en Gamarra por S/. 8.90 no más), incluso cuando no hay cámaras delante.

Y no te miento, aún estamos trabajando en ello. Seguimos trabajando en que más personas quieran unirse a la causa y ayuden a mejorar las condiciones en las que estudian los niños.

Para los niños sería lindo poder abrir los grifos de los baños y que no tengan que rezar para encontrar agua. Sería lindo no tener que ser asechados por los mosquitos, tener más juegos didácticos, libros bilingües para cada uno.

En fin, muchas cosas más que no deberían ser una utopía.

Nosotros seguimos haciendo más por ellos, pero queremos agrandar ese ‘nosotros’. Todos podemos ser sus nobe raenanaibo (amigos). Recuerda, ellos te recibirán con alegría cada vez que los visites. No te van a pedir grandes cosas porque ellos no están acostumbrados a tenerlas, pese a que se las merecen. El futuro de nuestro país está allí, creciendo y aprendiendo en 2 idiomas. Uno de ellos tan difícil como el alemán ¿Motivante verdad? Ayúdalos con lo que puedas, sé un amigo shipibo.

Paco Bardales

Amazonía,cine, literatura,periodismo, OVNIS. Miembro del gran combo charapa pop. Búscame en Twitter: @pacobardales y @DiarioIQT